Pedagógica de Mamá-Z

Gerardo Meneses

Sí, soy fan de Mamá-Z,
y sus guitarras me hablan más
que el technopunk (también nihilista).

Confieso predicar
el ateísmo evangélico del vinilo rojo
y haber descubierto a un Artaud
(laberíntico-erótico)
en su pastel cannabis;
refrendar la paronimia de mito y pito
en la divina estufa de las tarántulas beatniks.

Mamá-Z: literatura cincelada con bajo pasional
y desmadroso requinto eléctrico.
Dícese de un humor corrosivo
como pantaleta fotografiada,
en el momento mismo de
morir de amor (o de parir chayotes).

En fin, que mojándome el alma entera
de alfonsoreyesianas jitanjáforas
(punzantes y) fornicias
aprendí el pathos milagroso antihipocresía
de la pedagogía y entrañable estridencia
tan lejos del pop
y tan cerca del virtuosismo moscón
como el del inefable Groucho,
sólo que en melodiosa letanía,
una entre las cuales reclamarle
que algún infortunado día
me diera por cantar.


Gerardo Meneses,
escritor, compositor
y miembro fundador
de Lucerna Diogenis.

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