Carta de Axel


...misteriosos son
los caminos del Señor
.

Quiero contarte algo que nos sucede en casa con cierta frecuencia. Nos referimos a Gerardo como si recién hubiéramos estado con él, o como si le fuéramos a ver mañana (...). Es verdad, ignoro el por qué, pero el está constante en nuestra charla familiar. Quizá se deba a que soy poseedor de un par de reliquias de Gerardo: un botón de Mamá-Z con la leyenda Te veo y titubeo y un disco compacto, ambos obsequios de él.

Bien, regresando al misterio que representa el circuito bicentenario empleado por Nuestro Señor, sucede que hace unos cuantos días fui a esa ínsula dominada por los corsarios del software llamada Plaza de la Computación, en busca de remedio y bienestar para mi ordenador portátil y para mi bolsillo, claro está. El técnico que le proporcionaba la terapia intensiva a mi lap, Eleazar Islas, me preguntó sobre el tipo de música que satisface mis gustos. Mi respuesta fue ambigua, la situé entre ese arbitrario espacio de lo lúdico y lo verídico: los huapangos del viejo Elpidio Ramírez y sus Huastecos, respuesta verídica por dos fundamentales razones: por un lado, crecí escuchando huapangos y sones huastecos que mi padre disfruta; por otro, mi bella Monik realizó su servicio social en el mítico pueblo de Ébano, San Luis Potosí, donde confluyen tres huastecas, lugar éste donde se inició la bendición petrolera y dónde fui iniciado en los misterios órficos de la Crisis y su oficiante Chico Che, lo que me orilló a redescubrir los huapangos. Respuesta lúdica porque solamente quería ver la cara del técnico ante mi respuesta. Finalmente, la sorpresa debió escoger un rostro y se decidió por el mío. Eleazar es un gran coleccionista de huapangos y sones huastecos, inclusive una de sus hermanas es bailarina regional, especializada en...

En estas investigaciones estaba cuando entró al local un tipo que por su vestimenta me recordó al profesor Indiana Jones. Lo acompañaba una señora de ceño agradable. Posterior a las acostumbradas presentaciones, supe que Gerardo del Olmo (tocayo de NSG) era ornitólogo y que acudía con su esposa a visitar a Eleazar debido a que éste les proveía música grabada en cd's.

Para hacer justicia a Don Augusto Monterroso, a los pocos minutos los cuatro estábamos hablando de cosas que ignoro, como la música. Gerardo del Olmo preguntaba a Eleazar si le había conseguido música de Mamá-Z. En la memoria de ellos estaba presente la portada diseñada por Manuel Ahumada para Esa viscosa...

Fue entonces que los espíritus de Mateo, Marcos, Lucas y Juan, todos juntos y en tropel, tomaron posesión de esta humilde servilleta y pregoné las buenas nuevas. Les hablé de Gerardo el amigo, de Agustín el hermano... y del proyecto en homenaje al primero. Ahora les he compartido a todos ellos una copia del disco que recibí de propia mano de NS Gerardo. Aun más, les he dado santo y seña de buzón electrónico, ya que están habidos de comulgar con la música nuestra de ustedes.

Es cierto, donde hablemos de Él, seguramente estará sonriendo entre nosotros.

Por cierto, Gerardo del Olmo tiene una hermosa página en internet...

Página de Gerardo del Olmo



Axel Ricardo Márquez
21 de mayo de 2009


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