Rodrigo de Oryazabal escribe...

Para que la cuña apriete. Nadie como Agustín Aguilar Tagle 'Tino' (México, D.F. 23 de octubre de 1955) para plasmar el erotismo y la sensualidad en los entresijos de la iglesia católica y sus poetas del siglo de oro en las letras del rock, como dirían por a'i, único en su género, Mamá-Z es un grupo que hace rock para pecar, para cachondearse, para reforzar ideas y sonreir.

Egresado de Letras Hispanas, metido a maestro en escuelas de monjas, supo vender a sus alumnas, cual su alma al diablo, el disco Esa Viscosa Manera de Pegarme las Ganas hasta que los padres y madres de familia descubrieron la masturbación de Rosa en la magnífica portada a color de Ahumada.

Memorables también fueron sus apariciones en Rockotitlán donde, al cantar Los Misterios de Rosa se ponía una mitra escamoteada a su propia madre para deleitar al respetable, paseándose entre las mesas y provocando a todos los presentes, con total dominio escénico.

Con Agustín y su gemelo Gerardo la cosa fue distinta: ¡ellos me descubrieron!

Tocaba con A Campo Traviesa en la boda de una hermana de una querida amiga: Bety Aguilar. Al tiempo, una vez que supe de Mamá-Z, los gemelos me enteraron que habían estado presentes en aquella boda puesto que también era su hermana la que se casaba, o, dicho de otro modo, además eran hermanos de Bety.

Escuchar el Disco Rojo (cómo se le conoce) de Mamá-Z fue delicioso. Si bien, como ellos lo anunciaban, lo habían hecho en condiciones precarias, la frescura de Estoy cansado, No y Este domingo planteaban una nueva visión dentro del rock mexicano. En un país con mayoría mocha, Mamá-Z se hacía presente (¡Oh, Serrano Limón!, ¿cuánto no hubiéramos dado porque te hubieras asomado a una tocada de Mamá-Z? -cuando menos para repartir tangas-).

Para Esa viscosa manera de pegarme las ganas, producido por el buen Mastuerzo, Los mamacetos me pidieron que les echara una mano con el diseño y con el prensaje. Ahora sí que, siguiendo la línea, pusimos una cruz con las letras y las fotos dentro de la misma, como un homenaje a nuestros antiguos habitantes, quienes, con la llegada de la evangelización católica, pusieron dentro de las cruces hispanas a sus dioses y sus códices, es pues, en sentido estrictamente revanchista, la misma gata pero revolcada.

Hace unos pocos años tuve la fortuna de tener a Agustín como colaborador en una programación en vivo que titulé RadioCharPuntoCom. Amarrado a Frank Zappa, produjo Cómo freir espárragos, donde, entre otras propuestas, convocó a manifestarnos para cambiarle el nombre al Paseo de la Reforma por Boulevard Frank Zappa. Yo voté a favor.

Soy un ferviente entusiasta del trabajo de Mamá-Z y de las letras de Tino, es un placer contar con un letrista con un sentido tan agudo del humor.

Rodrigo de Oryazabal, programados musical,
productor y conductor de radio, curador
y una de las principales figuras críticas
de la música popular mexicana.
Texto extraído de su blog epónimo.

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